El contrato de capitalización es tan antiguo como la propia ganadería. Se trata de una parte que aporta capital en forma de animales vacunos y otra que los hace producir y crecer. El valor agregado se puede dividir de muchas formas: kilos de animal, porcentaje de los kilos, dolares, etc. En nuestro caso el inversor aporta dinero con el cual se adquiere ganado y se coloca para su producción en un establecimiento agropecuario de nuestra vinculación.
El valor que los ganados crean en su proceso de producción se divide entre las partes según el contrato de capitalización que firman entre ellas y que supervisa Conexión Ganadera. En estos productos de tasa fija, el inversor retira un porcentaje de su inversión en dólares como su beneficio mientras que la producción que excede la parte del inversor es lo que corresponde al tomador de ganado o productor agropecuario. El ganado constituye la garantía de su capital por lo que finalizado los contratos se vende para devolver el capital original invertido y el beneficio pactado en %.
La fortaleza de estos productos radica en la nobleza de la garantía. Un animal normalmente duplica su valor en un año por crecimiento o reproducción. Con ello duplica la garantía a nombre del inversor. A partir de este fabuloso crecimiento se cubren cualquier vicisitud acaecida durante el período que dura el contrato. Tanto las muertes como las bajas en precio son más que compensadas por el aumento de valor del conjunto de animales objeto de la inversión. Las muertes y baja de precio no tienen efecto sobre el resultado del inversor afectando sí la parte que corresponde al productor es por eso que este tipo de capitalización se toma como muy seguro dentro de la compañía. Las variantes de estas capitalizaciones son:
1. Warrant / Es utilizado para los productores que desean postergar la venta de un ternero para más adelante por expectativas de mejor precio o de un aumento de peso en los animales. El período es de seis meses. Con puntualidad a los seis meses los animales son vendidos en el mercado y lo producido se reparte entre el inversor y el ganadero.
2. Engorde / Utilizado para terneros o terneras que se engordan o se hacen crecer hasta estar gordos o preñados según el caso. Los animales son propiedad del inversor y se van vendiendo a medida que se va consiguiendo el objetivo de engorde y van cancelando animal por animal interés y capital correspondiente a las cabezas vendidas y al período transcurrido. Dado que no todos los animales se engordan o preñan juntos, la cancelación de esta inversión va ocurriendo a lo largo de un período de tiempo de dos a tres meses pero la inversión dura en promedio entre un año y un año y medio.
3. Bono Ganadero / Utilizado para vacas de cría preñadas o paridas que habrán de producir terneros. Tanto las vacas como los terneros futuros serán propiedad del inversor. Su duración es de dos años. A los doce meses los terneros producidos se utilizan para pagar los beneficios del primer año y a los 24 meses la segunda generación de terneros y las propias vacas pagan los beneficios del segundo año y el capital.
